Desde el año 1920 el Doctorado en Filosofía ha contribuido en la formación de investigadores y en la producción de conocimientos científicos en el campo de los estudios filosóficos. Con categoría A desde el año 1999, esta carrera se ha consolidado como un centro de formación filosófica de excelencia al que acuden estudiantes de distintos lugares del país y del exterior.
De carácter personalizado, las actividades formativas consisten en la realización de una serie de seminarios determinados para cada doctorando en particular, a partir de un plan de actividades formativas presentado por el Director o Directora de Tesis. Esta modalidad presenta las ventajas de una estructura curricular flexible que posibilita adecuar la oferta académica a las diferentes necesidades formativas de los doctorandos y sus temas de tesis, y habilita la posibilidad de cursar un porcentaje de los seminarios en otras instituciones académicas.