Desde el año 1920 el Doctorado en Letras ha contribuido a la formación de investigadores y a la producción de conocimientos científicos en el campo del lenguaje y de los estudios literarios.
De carácter personalizado, las actividades formativas se articulan a partir del cumplimiento de seminarios y actividades académicas determinadas para cada doctorando en particular, a partir de un plan de actividades formativas presentado por el Director o Directora de Tesis. Esta modalidad presenta las ventajas de una estructura curricular flexible que posibilita adecuar la oferta académica a las diferentes necesidades formativas de los doctorandos y sus temas de tesis.