Descripción
TÍTULO QUE OTORGA LA CARRERA
Magíster en Prevención y Control de las Zoonosis
Instituciones vinculadas con la carrera nueva de Maestría
UNNOBA; INEVH (Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas, J. Maiztegui) de la Ciudad de Pergamino; Hospital F J Muñiz, (Servicio de Zoonosis del Hospital de Infecciosas) de la Ciudad de Bs As.
FUNDAMENTOS
Un desafío histórico y con plena vigencia en el presente, tanto como problema individual como comunitario de salud, es el conocimiento de las enfermedades de origen zoonótico. El abordaje de las mismas presenta múltiples perspectivas relacionadas con la etiología, la epidemiología, la patogenia y fisiopatología, los aspectos clínicos y de diagnóstico y como objetivo prioritario de la salud pública aquellos aspectos que hacen a la prevención y control.
Las zoonosis constituyen una de las principales causas de morbimortalidad en las regiones del mundo con mayor atraso socioeconómico. A las “clásicas” pero graves enfermedades como el paludismo, la enfermedad de Chagas, la esquistosomiasis – por citar alguna de ellas- se han agregado en la última mitad del siglo XX, enfermedades hasta ese momento desconocidas o con baja prevalencia. Es el caso del dengue y su forma grave el dengue hemorrágico, uno de los mayores problemas para la salud pública continental; la emergencia de nuevas fiebres hemorrágicas, del síndrome pulmonar por hantavirus (SPH) o de la enfermedad de Lyme en el hemisferio norte, o la reemergencia de patologías que mostraban un aparente descenso como la leptospirosis, que ha adquirido en la región características clínicas de gravedad. Otras como el cólera y la influenza, consideradas clásicamente como típicas enfermedades humanas, son actualmente analizadas desde perspectivas ambientales (cólera) o se las relaciona con reservorios animales (influenza), como ha sucedido en la reciente pandemia iniciada en 2009. A la visión de la salud pública debe agregarse el problema que plantean las zoonosis como causa importante de pérdidas en el sector agropecuario, el turismo y la industria de la alimentación. En este último caso baste citar el síndrome urémico hemolítico causado por E. coli 0 157, las gastroenteritis por salmonelosis, la triquinosis, la brucelosis o el creciente diagnóstico de cisticercosis. En la última década ha tomado estado público la utilización de dos patógenos zoonóticos para producir armas biológicas: el Clostridium botulinum (botulismo) y el Bacillus antrhacis. (carbunco). Prescindiendo del desarrollo socioeconómico, las zoonosis ocupan buena parte de los recursos humanos y financieros de los programas de salud pública humana y veterinaria. En los países desarrollados se pensó con optimismo que las enfermedades transmisibles, incluidas las zoonosis, dejarían de constituir un problema al finalizar el siglo XX, hasta que la aparición de la pandemia de VIH-SIDA asociada a la reemergencia de la tuberculosis, demostró lo erróneo de tal análisis. Varias enfermedades asociadas a la infección por VIH son zoonosis: toxoplasmosis, enteroparasitosis, enfermedad de Chagas etc. En el primer cuatrimestre del 2003 una nueva causa de neumonía, el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), asociado a un coronavirus de origen animal, puso en alerta a los países de todo el mundo, mostrando la vulnerabilidad aún de los sistemas más evolucionados de salud pública. Como se observa, la multiplicidad de problemas que presentan las zoonosis es aún mayor que en épocas anteriores. Por otra parte, en las regiones en vías de desarrollo o subdesarrolladas persisten viejos problemas de la salud pública relacionados con endemias a las que se agregan la emergencia de nuevas entidades, producto en muchos casos de la mala utilización de los recursos naturales que expone al hombre a ecosistemas desconocidos, como así también al cambio en los microorganismos.
Aparecen de esta forma dos modelos epidemiológicos, uno relacionado con las grandes concentraciones humanas y el otro que abarca las regiones de producción agroalimentaria y también las zonas silvestres, que puede denominarse rural, denominación bastante amplia por lo heterogéneo del ecosistema involucrado.
La República Argentina tiene ambos modelos epidemiológicos, pero a diferencia de los países desarrollados, la estructura de las zonas urbanas, condiciona la aparición de zoonosis relacionadas con el hacinamiento, las necesidades básicas insatisfechas, la falta de urbanización y la marginalidad. En las zonas de transición urbano-rural, denominadas genéricamente conurbanos, que por otra parte representan la estructura urbana de mayor crecimiento y variabilidad demográfica, se mezclan ambos modelos. Un problema mundial relacionado con la cultura urbana es la tenencia de mascotas, que repercute en la salud pública, desde la clásica psitacosis hasta la introducción de virosis graves exóticas a nuestro continente como los virus de la viruela del mono (Monkeypox) y de Tana (Tanapox).
A las generalidades de todo modelo rural, se asiste a partir de las primeras décadas del siglo XX, a un avance permanente sobre áreas silvestres (vírgenes) más acentuado a partir de 1950, y a la introducción de profundos cambios tecnológicos en la producción, que han condicionado la emergencia de nuevas zoonosis, como la fiebre hemorrágica Argentina, las enfermedades por hantavirus, la transformación epidémica de la leishmaniosis y la introducción en Argentina en los últimos años, de la leishmaniosis visceral, por citar algunos ejemplos. Este avance de la frontera agro-ganadera sobre áreas silvestres, más la modalidad de los monocultivos, obliga a repensar en la actualidad la dinámica de varias zoonosis. Términos como desertificación, deforestación y cambio climático global se han popularizado más allá de los ámbitos científicos o técnicos, lo cual habla de la fuerza de los mismos.
Un gran porcentaje de los recursos de salud se destina a la atención de pacientes o a los programas de prevención y control de las zoonosis endemo-epidémicas, siendo el paradigma enfermedades como dengue, Chagas o hidatidosis
En Argentina, algunas zoonosis tienen programas específicos de control. En general los resultados no son los esperados de acuerdo a las metas fijadas. Por ejemplo, se esperaba controlar el Chagas vectorial para el año 2000, pero la situación actual demuestra que todavía persiste la transmisión vectorial en varias provincias y no son conocidos los análisis de costo efectividad o costo beneficio en este tipo de programas. En otros casos como la hidatidosis, si bien algunas provincias han mantenido programas efectivos de control (Neuquén, Río Negro), la situación nacional, además de no estar bien evaluada, muestra la dispersión de la enfermedad en todas las jurisdicciones, con costos operativos por paciente y secuelas médicas muy altas. Triquinosis, a pesar de la multiplicidad de leyes y reglamentaciones para su control, es una zoonosis que ha producido importantes brotes en los últimos años, con centenares de casos notificados. El avance de la frontera agrícola con el desmonte de selva subtropical ha causado un descontrol de la leishmaniosis en el norte del país, pese a que opera desde hace años un programa específico. La lista no concluye con las enfermedades enunciadas.
Es importante que los programas sean preparados y conducidos por profesionales con conocimientos técnicos y asesoramiento científico adecuados, que además puedan trasladar al poder político un claro diagnóstico de situación y una ajustada información para ejecutar con efectividad dichos programas. Estos programas deberían tener las siguientes características:
– diseñados con objetivos y propósitos claros y específicos.
– otorgándoles sustentabilidad y factibilidad acorde a los recursos materiales y humanos propios del sistema donde se implementarán.
– poder evaluarse con indicadores confiables.
– tener una relación conveniente costo/beneficio y costo/eficacia.
– se inserten en políticas locales o regionales de salud.
– sean ejecutados por profesionales con amplios conocimientos técnicos en prevención y control y en gestión.
– sean aceptados por la comunidad y por el sistema de salud.
En general, la realidad demuestra que los programas de prevención y control suelen ofrecer puntos vulnerables:
– en el diseño, especialmente cuando se convocan profesionales con experiencia o conocimiento sólo en el campo asistencial o de la investigación
– en la planificación, cuando se realiza teniendo como sustento sólo los aspectos administrativos
– en la ejecución, cuando no existen conocimientos y prácticas en gestión en salud
Si bien es necesaria la concurrencia interdisciplinaria en el diseño de cualquier programa de salud pública, la dirección en las decisiones estratégicas, la planificación y la ejecución requieren centralizarse en profesionales con conocimientos y habilidades adecuados a la prevención y el control.
La planificación estratégica y ejecución de los programas de prevención y control de las zoonosis no está, en la mayoría de los casos, respaldada por profesionales con conocimientos específicos, siendo necesario por la situación comentada, formar recursos humanos especialmente a nivel regional. De esta forma se refuerzan los cuadros técnicos que ya están actuando en los sistemas locales de salud y se mejora la calidad del propio sistema.
En nuestro país, en la actualidad, no hay ninguna maestría que tenga una oferta integral de los diferentes elementos que conforman la presente propuesta.
OBJETIVOS DE LA CARRERA:
Formar profesionales con capacidad teórica y destreza práctica para implementar medidas de prevención y control de las enfermedades zoonóticas, tanto en niveles complejos de la salud pública como en el primer nivel de atención.
PERFIL DEL GRADUADO
– Aplicar, en una tarea interdisciplinaria, los conocimientos que conduzcan a individualizar el agente etiológico, los reservorios y vectores, reconociendo las fuentes de origen y modalidades de transmisión de las zoonosis.
– Interpretar, integrar e interrelacionar ciclos epidemiológicos.
– Adecuarse a las circunstancias socioeconómicas, culturales y geopolíticas donde desarrolle su actividad profesional.
– Contribuir con el sistema de salud para la vigilancia y control de estas enfermedades.
– Incorporar la prevención como piedra angular de su actividad profesional.
– Utilizar con racionalidad los recursos.
– Analizar con espíritu crítico la información en salud y adquirir un lenguaje oral y escrito que le permita una comunicación científica adecuada con sus pares y con la comunidad.
– Identificar los grupos de población de mayor riesgo socio-sanitario.
– Integrarse al primer nivel de atención y a los sistemas locales de atención primaria de la salud, como estrategia de reconocimiento precoz de la enfermedad (y/o evento sanitario) y de prevención individual y colectiva.
– Poseer una capacidad teórica y práctica básica para conformar equipos de investigación.
– Tener conocimientos y aptitudes para gestionar con la mayor eficacia los programas de control y prevención.
REQUISITOS DE ADMISIÓN
– Contar con un mínimo de 5 años de graduación. (Profesionales del área de la salud: médico, médico veterinario, bioquímico, biólogo, con título expedido por Universidades Nacionales, Provinciales o Privadas reconocidas e Instituciones Universitarias extranjeras con título equivalente a los otorgados por las universidades Nacionales).
– Presentar una nota de aval de una autoridad científica, académica o profesional.
– Se priorizarán a aquellos profesionales que se desempeñen en áreas relacionadas de la salud pública, gubernamentales y privadas.
– Para el ingreso todos los aspirantes deberán realizar una entrevista de admisión con el director de la carrera.
– El aspirante extranjero deberá acreditar dominio funcional del idioma castellano.
DURACIÓN
La duración de la carrera es de 24 meses y se otorgará un (1) año para la presentación y defensa de Tesis, con opción a prórroga de un (1) año más.
MODALIDAD, FRECUENCIA Y LUGAR DE DICTADO
Presencial, quincenal
Se dictará en UNNOBA, sede Pergamino, Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas J. Maiztegui (INEVH) de la ciudad de Pergamino y Servicio de Zoonosis del Hospital de Infecciosas F.J. Muñiz.